El corredor de seguros es una persona física o jurídica (correduría), independiente de las compañías de seguros.
Se encarga de asesorar a sus clientes para escoger las coberturas que mejor se adapten a sus necesidades y requerimientos, sean de la compañía que sean. Para actuar de manera profesional e imparcial, de acuerdo con la ley, el corredor debe hacer un análisis objetivo sobre el cliente y sus posibles riesgos. Sólo de este modo podrá ofrecerle un seguro que se adapte a sus circunstancias concretas. Asimismo, el corredor tiene la obligación de informar a su cliente sobre las condiciones del contrato y gestionar su relación con la aseguradora, así como los siniestros.
El corredor debe cumplir con una normativa específica en cuanto a formación y transparencia e inscribirse en el Registro de Mediadores de Seguros, Corredores de Reaseguros y de sus Altos Cargos.
Además, de manera obligatoria para poder ejercer como tal, debe obtener el diploma de Mediador de Seguros titulado, siendo así el profesional de la distribución de seguros con mayores exigencias de cualificación establecidas por ley.
Decálogo del corredor
Los principales valores de esta figura:
- Es experto en el sector asegurador
- Es un profesional cualificado con una formación específica en materias financieras y de seguros privados
- Asesora de manera independiente
- Defiende tus intereses y tus derechos
- personal y única
- Analiza los riesgos a los que se expone el cliente de manera objetiva
- Ofrece las coberturas que mejor se ajusten a las necesidades del cliente
- No está vinculado a ninguna aseguradora ni cuesta más dinero
- Permanece a tu lado en tus siniestros con un servicio integral
- Cerca de ti
Como hemos dicho, sólo el corredor de seguros tiene la objetividad, capacidad y formación necesaria para ofrecerte el mejor seguro.
Por ello, si te imponen o han intentado imponerte seguros de vida, hogar, coche, salud, etc., no te olvides: tienes alternativa y tu corredor puede ayudarte a encontrarla.